En ocasiones puede ocurrir que en la herencia existan deudas; hipotecas, créditos o préstamos o cualquier otra deuda que cuestione la conveniencia de aceptarla

Como mucha gente conoce, la aceptación de una herencia implica hacer frente a una serie de gastos como son el impuesto de sucesiones  y la plusvalía. En ocasiones, además, puede implicar hacer frente a las deudas del causante o fallecido. 

Mucha gente sabe que la aceptación de una herencia implica hacer frente a una serie de gastos como son el impuesto de sucesiones y la plusvalía. Pero, además puede implicar hacer frente a las deudas que tuviera el fallecido.

Por ello, en ocasiones, los herederos toman la decisión de renunciar o rechazar la herencia a fin de no perjudicar su propio patrimonio -haciéndose cargo de dichas deudas- ni hacerse cargo de unas deudas que no contrajo. 

No obstante, es posible aceptar la herencia sin afectar el patrimonio del heredero. Será el propio patrimonio del causante o fallecido, con sus bienes, el que haga frente a las deudas y, una vez satisfechas, el heredero podrá aceptar la herencia libre de deudas.

Por tanto, antes de tomar cualquier decisión sobre aceptar o renunciar una herencia, es muy importante analizarla en detalle, adecuándose a las circunstancias de cada caso.